En la era de las redes sociales, la música se ha convertido en un elemento esencial para captar la atención de los usuarios, generar contenido viral y ampliar la audiencia. Plataformas como TikTok e Instagram han favorecido que se genere un ecosistema en el que las canciones, o sonidos, de tendencia se expanden y ganan popularidad a una velocidad impresionante. Por lo tanto, suponen una excelente herramienta para crecer de manera orgánica en estos entornos digitales, no obstante, también implican un seguimiento constante de las tendencias.
Es importante saber cuál es el origen de estos recursos, por qué ganan popularidad tan rápidamente y, al mismo tiempo, por qué son tan efímeras. Si bien, por lo general, surgen de manera natural, dado que son los propios usuarios los que las descubren y las comparten, también tienen una vida útil bastante breve, apareciendo nuevas canciones y tendencias a cada semana. Algunas maneras de hacerlas más populares y prolongar su existencia pasan por crear coreografías o desafíos para TikTok, animando también así al público a participar en ellas y, consecuentemente, compartirlas.
Es aquí donde pasan a ser virales y si, por ejemplo, se han popularizado a través de un baile o reto, abandonan este nicho para pasar a emplearse simplemente como música de fondo para cualquier tipo de contenido. Esto hace que su popularidad crezca aún más, dado que ya no le exige al usuario la realización de ninguna acción adicional aparte de la de única y exclusivamente seleccionar esa canción a la hora de publicar su contenido.
No obstante, esto no significa que no haya que prestar atención a la hora de hacer uso de estos recursos musicales, puesto que compartir material que esté en consonancia con él contribuirá a aumentar la visibilidad del contenido, generar más interacciones, aumentar la participación de los usuarios y, finalmente, atraer nuevos seguidores.
Además, aparte de ser una excelente herramienta de crecer en entornos digitales para empresas, marcas e influencers, la idea de viralizar una canción en redes sociales también se ha convertido en una muy buena estrategia de promoción dentro de la industria musical. Algunos de los ejemplos más destacados podrían ser:
- LIZZO: logró que su canción About Damn Time dejara de pasar desapercibida a alcanzar los puestos más altos de las listas de éxitos gracias a una coreografía que una usuaria diseñó haciendo uso de un fragmento de la pieza. Este caso llama la atención dado que lo que se viralizó no fue el estribillo, sino el puente de la canción.
- Mae Stephens: quizá sea más complicado reconocerla por su nombre, sin embargo, esta joven logró que su canción If We Ever Broke Up se posicionara como una de las más escuchadas sin ni siquiera estar publicada en las plataformas de streaming ni pertenecer a una discográfica.
- Noah Kahan: por huir del pop más comercial, el caso de este cantautor folk es llamativo dado que, en 2020, comenzó a compartir versiones acústicas de canciones que destacaban por su carácter intenso e íntimo y que nunca se había atrevido a publicar debido a ese matiz más privado. Sin embargo, la buena acogida por parte del público hizo que, finalmente, se decantara por recogerlas en su álbum Stick Season y, con él, alcanzara una enorme popularidad.
Esto demuestra que las canciones virales no pertenecen única y exclusivamente a un género musical, no es necesario estar consagrado dentro de la industria para hacerse populares y, curiosamente, el estribillo no tiene por qué ser la parte pegadiza. Asimismo, de cara a su uso por parte de los usuarios, también se traduce en que es aconsejable seguir una serie de tips a la hora de escoger qué canciones o sonidos emplear para su uso en redes sociales:
- Es importante mantenerse al tanto de aquello que es popular explorando hashtags relevantes y siguiendo perfiles interesantes que presenten un buen ritmo de crecimiento y engagement.
- También hay que tener en cuenta qué sonidos o canciones son las más adecuadas para el contenido que se publica, dado que deberán estar alineadas con la filosofía de la marca o la empresa.
- Las tendencias creadas en torno a ellas son una excelente herramienta para crear contenido original y aumentar las interacciones con otros usuarios y cuentas.
Por lo tanto, la música de tendencia desempeña un papel fundamental en el crecimiento en redes sociales y es esencial saber hacer un buen uso de ella para aumentar la visibilidad, conectar con la comunidad y expandir el alcance. Sin embargo, también debe estar apoyada por un contenido creativo e innovador, que sea relevante, aporte en los entornos digitales y, sobre todo, que sea auténtico, afianzando así la conexión emocional con el público.
No hay que subestimar el poder de la música en la generación de contenido viral en la creación de vínculos con la audiencia en el mundo digital, es una excelente manera de crecer de forma orgánica y darse a conocer de un modo original.